sábado, 29 de agosto de 2009

Cartas de Jamaica de los Quilichaos
Verano 28 del año solar 2009

Los apodos : Pura mamadera de gallo
पोर : Jesús Antonio Lozada Yule


El nuevo milenio todavía no ha desterrado la costumbre de llamar a la gente con apodos; por el contrario, la informática los ha incorporado a las direcciones electrónic@s, y en un dudoso intento de preservar la identidad de los usuarios de la red, el servidor de Internet suele pedir un “nick” un nombre falso para los correos, o para chatear

En nuestra parroquia, Jamaica de los Quilichaos, hasta hace algún tiempo, los apodos eran parte de la picaresca del común de la gente: una seña de identidad con la cual se nombraba a personajes de la vida pública, para desmitificarlos un poco.


Algunos sobrenombres conocidos en el pasado siglo, en J/delosquilichaos:


Mis Espuelas: Era una señora gorda rubia muy maquillada, que parecía sacada de un tango de arrabal. La precedían unas tetas enormes como melones, que a menudo se le salían por los bordes del escote, y que provocaban suspiros a los señores de la época. Conservaba un encanto otoñal que se le había quedado en la piel. Tenía algo de Marilyn Monroe y de diva decadente del cine mejicano. Entre otras virtudes, la acompañaba el pálpito y un ojo de águila vieja infalible, para determinar, cuál de sus chicas podría complacer adecuadamente a sus clientes. Como si el dios Eros, se lo hubiera revelado con anticipación en sus sueños.

Aunque ya parecía jubilada de su profesión (complacer a los desamparados) tenía suficiente madera como para provocar líos de faldas y matrimonios desavenidos, entre los parroquianos de la burocracia local, que se disputaba sus artes amatorias con algunos vaqueros de las haciendas cercanas, que frecuentaban su negocio a caballo; y a los cuales, ella, diligentemente les guardaba sus arreos de montar. Luego, cuando los tipos estaban vaciados y con una superrasca encima; antes de irse, le decían: “Mis espuelas, Nena que viajo”. Y así se quedo la mona con esa chapa, que suena bien.

Peloeperro: Cuando estudiaba en la Universidad del Valle, en Meléndez, hace unas décadas, tenía el aspecto de un “buen chico”: bien peinadito y formal, con una motica como la del “Mecías referendus”; que le hizo “la Madre que lo parió” (¡!), para enviarlo a la escuela, y que jamás se atreverá a cambiar por ningún motivo, como sus ideas cavernarias.

Más tarde, como la vida es dura, (nuestro Pelodecachorro) tubo que incursionar en contra de sus principios en el desacreditado mundo de los políticos. Entonces, parece que guiado por unos perversos asesores de imagen que lo odiaban, cambio su “look”, y trató de parecerse a la fuerza al senador indígena Chucho Piñacué: Se dejó una melena de jipi abandonado, con unos mechones al aire, se volvió liberal - era godo y asistía a la misa dominical-, le aconsejaron un eslogan que lo identifica con un ser de las cavernas: “A grandes pasos”, y finalmente, lo eligieron como alcalde de un municipio, que fue devastado económicamente por la maldición de la pirámide, como si hubieran matado un cura (...). Sin embargo, sus amigos del parque Santander, siguen extrañando al chico del peinadito clásico, lambido de vaca, que se reía con los chistes malos de Diego Chontaduro y de su pana Monserrate, en las oscuras noches del pasado reciente.

La Pielroja.- Era una india con un porte – dejo sexi, encanto indescriptible, mejor dicho: putería, en el sentido bello – similar al de Amparo Grisales en sus primeros años (como la que vimos en la película La virgen y le fotógrafo).Trabajaba como copera en el café Gloria, que quedaba en toda la esquina del parque Santander, donde hoy funciona una licorera . Una de las pocas diversiones de la época de los 70s, era ver jugar villar. Al tiempo se escuchaba la conversación de gente mayor, e ilustrada que frecuentaba el lugar. También, los menores de edad que nos colábamos en aquel lugar, entre tango y tango, empezábamos a guindar las minifaldas de “La Pielroja”, y a emocionarnos con su caminado de potranca fina; a detallar su coquetería y sus gestos provocadores, de hembra sin prejuicios. Luego nos tocaba reconocer, que la india nos movía el piso a casi todos los del parche, y que nos despertaba pasiones solitarias.
La Vietnamita.- Usaba unas gafitas redondas, como las de John Lennon. Tenía los ojos rasgados, cabello lacio y un aspecto oriental. Parecía que un misterio la rondaba, pero se veía alegre y denotaba inteligencia. Era desenvuelta y le pegaba bien su pinta de hippie. Probablemente estudiaba en alguna universidad en Cali. Siempre me la encontraba en el parque Bolívar, leyendo algún libro. Yo vivía cerca. Cuando ella me saludaba me ponía colorado y las palpitaciones me duraban el resto del día; como si me hubiera encontrado con un ángel, y yo fuera un simple pecador, que cargaba la culpa de cursar, sólo quinto de primaria en la escuela Francisco de Paula Santander.

Yorby: Es un bacán de andar plácido y mirada inocente. Sin embargo, años atrás, lo llamábamos a los corrillos del parque Santander, para que hiciera gala de una curiosa habilidad: narrar cuentos de sexo. Tiene una gracia única para contarlos, es todo un artista. Lo mejor del asunto es que eran experiencias reales, porque Yorby, trabajaba en un hotel como camarero de piso y era el encargado de entregar las llaves de las habitaciones.

Las parejas entraban allí con toda confianza, para realizar sus batallas de amor, sin saber que por una hendija las estaban espiando y gravando hasta el más mínimo detalle. El resultado: nos reíamos como locos con los relatos de las aventuras eróticas de Yorby, el voyeurista.


Guillotina.- Trabajaba con el poder judicial como Juez. Era macizo, de barriga prominente, nariz aguileña y un bigote de pistolero mejicano. Le hacia honor a su apodo porque se decía que era implacable en sus sentencias. Fue noticia de primera página en todos los periódicos del país, porque llamó a declarar al famoso músico y compositor, Jorge Villamil, a causa de unos contactos que hubo en su finca, cerca de Neiva, para pagar el rescate de un secuestro que había hecho las Farc, en Tacueyó; al ciudadano canadiense, Eric Leupin, quien según versiones de prensa, estaba deforestando la parte alta del rió Tominió, con su empresa maderera sin la debida licencia. Este incidente inspiro a Jorge Villamil, a componer un bambuco en el que se habla del juez Guillotina y del secuestrado.


Avispón.- Tenia el aspecto de un personaje bíblico. Es el loco más alto que he conocido, al punto de que cuando me enseñaban historia sagrada, me imaginaba a Goliat con la misma pinta de Avispón. Andaba apenas con un taparrabo y un par de chivas por todo el pueblo, vendiendo leche. Era de morena tez, musculatura prominente, y una barba de profeta que le llegaba al pecho. Sus ojos saltones y brotados causaban impresión. Los adultos habían tejido todo un mito en torno a él. Cuando no obedecíamos o nos portábamos mal, nos amenazaban con entregarnos a Avispón para que nos llevara a vivir a su cueva, junto con las chivas. En realidad era un tipo pacífico, que también prestaba servicios publicitarios. Los días sábados se paraba en la esquina del barrio, con una bocina de lata y gritaba con su vozarrón: "OIDOOOOO...El señor alcalde avisa que recojan agua porque el domingo la van a quitar todo el día. El padre Rendón avisa que no habrá misa de cinco de la mañana, el próximo martes porque tiene que viajar a Popayán "El teatro Paz invita al estreno de la gran película Lo que el viento se llevó". Llegó un gran surtido de sedas japonesas y paños ingleses al almacén de la señorita Limbania Velasco..."

Polvorita.- Era un peluquero de un genio volado. El pobre era neurótico y la gente le sacaba gusto. Cuando alguien recién llegado necesitaba peluquearse y se le ocurría preguntar por un lugar donde lo antendieran bien y que no lo fueran a trasquilar, lo mandaban para donde el gruñón, con la advertencia de que preguntara por el señor Polvorita, que era la clave para entablar amistad y hasta le rebajaran en el corte de pelo. Se le decía a la víctima que ese era un sobrenombre que le habían colocado en la guerra del Perú, por su heroísmo, y que por tanto a él le fascinaba que lo llamarán así. Uno se quedaba mirando escondido en un zaguán, y al momento pasaba Polvorita con una barbera en la mano persiguiendo al ingenuo y gritándole todo tipo de insultos, en los que incluía a los vagos del pueblo que eran los que propiciaban la situación.

Su apodo:
Busque su apodo entre los siguientes, o sino invénteselo, porque corre el riesgo de estar fuera de onda.. Sobre todo a la hora de interactuar con las nuevas tecnologías de punta. Como terapia contra el mal genio, lea en voz alta las chapas más notables de sus coterráneos, además de los que conocemos todos por tradición, se destaca el aporte, que con mucha chispa quilichagueña, me ha enviado el señor, Julio Meca, quien me hace un comentario muy jocoso, a través de la edición diaria de Proclama en Internet, sobre el profesor Khether y sus aliados. Igualmente, me gustaría reproducir los comentarios de mi vecino, El Bacam de Barrio Belem, que sigue muy sintonizado con la inspiradora mata ziguaraya, que escandaliza a muchos (autodenominados “periodistas”), que me han hecho comentarios, desobligantes. Nadie tiene la culpa que esa matica tenga poder ¿ Si o qué ?, Bacam de Barrio Belem. Contésteles usted vecino de los viajes interestelares y la energía cuántica; que nos hace Ser y No Ser al mismo tiempo en todas las dimensiones no soñadas: /no es pa caballos/.

Pero en fin, aquí va la lista:

La Bicicleta, El profesor Cuajada, Chuzo, Pitillo, Barberita, Maciste, Pipas, Carroloco, José Verga, Narciso, Rescoldo, Peinaito, Tecapo, Radiobemba, Las Tortugas, Pipo, Chomelo, El Profesor Kether, Taladro, Don Pala, La Mariposa sin Rumbo, Chocolate, Mundoviejo, Avispón, Pirulo, El Conde, Chicoloco, Palomera, Pectoral, Barrilito, Ruso, Chontaduro, Pajarito, Polvodeoro, Viejoné, Terciopelo, Agustínchatarra, Chucho Guetia, Argentino, La Negra Marina, Plomito, José Petacas, Julio Mecato, Corbatín, El Príncipe, El Vampiro del Kumis, Jaime Kumis, Mario Brujo, Chaqueta, Machete, Tumbacocos, Frijolito, Pinocho, La Sesenta y Nueve, La Licuadora, La Ardilla, El Dólar, Guitarraloca, Maní, Satanás, Burrito, Ñengo, El Divino Rostro, Camándula, Ringo Viejo, Mono Astoria, El Palomo, Gavilo, Nana, Chorito, Sancocho, La Cutufita, Newton, El Ticher, Jaime Chola, Seto, Tribilín, Anjoviro, Mayonesa. Miss Jagger, Yayita, Micomía, La Mimí.Salvaje, Mantequilla, Jirafales, Aguapanela,Malasuerte,Camafloja, Kilómetro, Pacho Casetas, Muñeca de pan. Las gelatinas, Chacho, Cañagueca, Mantecada, Caremonja, ,Cuchas, Pirrongo, Rellena, Panblanco, Bimbo, Harold Salsa, Pambilín, Chivonegro,Carepalo,Tripamarga. Caremoneda, Julio Chicha, Gurula, Ranchoepaja, Barrigaeponche, Cabeza de totumo, Barriga de Yegua, Potra chilena, Mamertoideo, Pulga arrecha, Ya vengo, La vida me ha engañado, La Panochudita, Patacón, Sal de nitro,Come cuando hay,Jorge jaber, La Virancha, Culatazo, Maciste, El pollo Espinosa, Juan eeerree, Cordova, Núñez, Ancisar, Corocito, Papayuela, Care cocada, Zapatote, Agualongo, Dálmata, Chorolo, Cabeza de Quiosco, Palmicha, Galería, Raúlpereque, Huevo tibio, Chapul, Merengue,Culoeleche,Batidora,Cacanegra, Moradito, Melcocha, Fito, Todos los dias, Pomponio, Zaperoco, Chucholoco, Pastusita, Boliqueso, Pisahuevo, Patojito, Chancaca, El paque vuelva, Motel barato, Vacanegra, Tucunare, Aguamona, Papasudada, Paso feo, Mono loco, Fufú, Talego, Calambrini, Pato Lucas, Bulova, Cabeza de Novillo, Cigueñal, Caldo north, La Chucha, Mincho, Sietemujeres, Panbendito, La Pelusa, Tribilín, Mambo loco, Carepuño, Pataagria, Renegrido, Perico, Huesito, Mayarino, Chiflamicas, Pluma blanca, La Nena, Tortilla, Burrito, El Mocho Cabrera, Bimbo, Don Bala, Maravilla, El Cabezón Navia, Licha, Manoecacho, Patebela, Cococho, Memato, Oreja, Tresminutos, Pedalio, Melcochita, Tilapiahumada, Coyabro, Peterpan, Carmen la médica, El Pipí Fantasma, Botellita, Bucheplomo, Barbasul, Mandrake, Cemento, Pitojui, Tuso, Tarzán, Pomorroso, La Araña, Pescuezo de Gallo, Aguelulo, Poncho, Pacholule, Caeta, Zumbambico,


Más adelante, habría que escribir el perfil de cada uno de estos personajes, con sus principales características. Por ahora, me gustaría que los lectores me colaboraran enviándome nuevos apodos, a fin de ampliar la base de datos.


Chao Quilichao.


Email:
Sandungerock@yahoo.es

Ahora puede leernos en Internet:


http://jamaicadelosquilichaos.blogspot.com