viernes, 25 de marzo de 2011

Santander de Quilichao pide cuentas a sus dirigentes: Fracasó el proyecto de ciudad región

SANTANDER DE QUILICHAO AHORA  SOLO ES UN PUEBLO CAÓTICO, DONDE LOS GRANDES (CARVAJAL S.A.) Y PEQUEÑOS EMPRESARIOS ESTAN EN DESVANDADA POR FALTA DE GARANTIAS DE SEGURIDAD PARA DESARROLLAR SUS LABORES

Al exalcalde Carlos Julio Bonilla y su sucesor Juan José Fernández Mera, les cabe gran parte de la responsabilidad de la delicada situación de orden público que afronta la población de Quilichao: en primer lugar porque como gobernantes tomaron medidas inocuas y gastadas contra la delincuencia, como los famosos consejos de seguridad, que son sólo un mostrario de buenas intenciones, donde se dan vitrina en los canales regionales de televisión (Telepacífico), responden con frases de cajón, y después el pueblo se queda a la espera de la próxima bomba: han colocado diez en este año, según algunos testigos.

Por su parte los medios de comunicación local, en lugar de exigirle a los mandatarios medidas más efectivas para atenuar la situación, se dedican a sobarle la chaqueta a los dirigentes  (a cambio de dádivas) y a organizar movilizaciones de apoyo a estos ineptos; disfrazadas de marcha de solidaridad ciudadana.

Igualmente, se le abona al actual alcalde Fernández Mera, su buena intención de dictar decretos de orden público que controlen algunas situaciones anómalas. Pero eso tampoco sirve de nada cuando no hay unas estrategias coordinadas de antemano con la Policía Nacional y el Ejercito. El alcalde ha tenido que tirar la reversa varias veces con estos decretos, lo que manda un mal mensaje para los delincuentes : “La autoridad vale guevo”.
Finalmente quienes apoyamos la institucionalidad, pero tenemos diferencias con la forma como han “desgobernado” al pobre Quilichao en los últimos años, pasamos a ser estigmatizados públicamente (ver amenaza de Rafael Tello al periodista Jaime Soto Palma) nos mandan a las tinieblas exteriores; cuando nosotros desde nuestra modestia personal y nuestro Amor por esta tierra, no hemos hecho sino pensar a Quilichao como siempre fue, un lugar amable de sana convivencia.

Entre otras cosas, Santander de Quilichao, no tiene quien lo piense ni quién lo quiera; sólo tiene unos dirigentes que desde su visión de ingenieros y administradores de empresas, piensan en “contratos” en una “Ciudad Región” o en dar “grandes pasos” construir grandes obras, con la visión equivocada de que las obras, el cemento, son  fundamentales  para reconstruir el tejido social de la comunidad. ¿De que nos sirve la mole de cemento de COMFACAUCA, la UNIVERSIDAD DEL VALLE, LA DEL CAUCA y otro número indefinido de centros académicos de educación superior y media, si esa gran masa de alumnos son  solo eso, “una masa y unas nóminas de maestros por pagar, un negocio” ¿?

O, es que Quilichao es un pueblo de universitarios, en los que todos quieren “ser cultos” intervenir activamente en el diseño de una sociedad y unas instituciones dinámicas y participativas ¿? Para qué un mega colegio que se venía planeando desde hace veinte años (que no es atribuible a los cuestionados, “grandes pasos”) aunque si se van a dar el bombo, si más temprano que tarde, los muchachos se van a citar por Internet a darse fierro  con los de Univalle, que son hinchas del América ¿?

¿Nos falta infraestructura para una ciudad región de nadie? O nos faltan ideales, que ya no se usan, sentido ético para  planificar participativamente un proyecto inclusivo de convivencia y de cultura ciudadana, que nos permita, al menos, rescatar algunos sitios emblemáticos de Quilichao, para el solaz y la tranquilidad de esta vecindad.