Ante el fallo del Consejo de Estado que autoriza a la empresa PROGASUR , para que continue con la instalación de un gaseoducto que atraviesa varios barrios de la localidad, poniendo en serio peligro a los moradores, por algún accidente o por ser una zona de orden público, donde la autoridad municipal no garantiza la seguridad de nadie, por los costantes atentados de los grupos al margen de la ley; los afectados manifiestan que toda la responsabilidad es del burgomaestre y su equipo de planeación municipal, que no defendieron a la ciudadanía desde un principio, para que la empresa trabajara por la variante a Popayán, como estaba previsto.
Gana el funcionario de los “grandes pasos” y pierde la Comunidad de Santander, pero queda la gran duda si el burgomaestre vendió a sus coterráneos, los traicionó (no sólo por dinero sino por otro tipo de favores, igualmente intangibles...).
Es necesario que los organismos de Control del Estado, investiguen y aclaren las verdaderas causas del cambio del trazado del gasoducto de la empresa PROGASUR. Que inicialmente era por la variante de la carretera Panamericana, por la zona industrial que conduce hasta Popayán.
